Francia: Francia insiste en bloquear el acuerdo Mercour-UE mientras que el Parlamento europeo apura su aprobación
Francia: Francia insiste en bloquear el acuerdo Mercour-UE
mientras que el Parlamento europeo apura su aprobación
La Comisión Europea planea lanzar el proceso de ratificación
del trato entre regiones de manera inminente.
Francia redobla sus esfuerzos con otros países europeos para
intentar bloquear o modificar el acuerdo Mercosur- UE (Unión Europea), cuando
la Comisión Europea se dispone a lanzar el proceso de ratificación de forma
inminente.
«La Comisión adoptará la propuesta de firma y conclusión [de
este acuerdo] antes de finales de este mes» de junio, indicó esta semana ante
el Parlamento Europeo el director general adjunto de Comercio, Leopoldo
Rubinacci, según informó AFP. Iniciadas en 1999, las negociaciones terminaron
en diciembre en Montevideo en presencia de la presidenta de la Comisión
Europea, Ursula von der Leyen, y sus pares de Brasil, Argentina, Uruguay y
Paraguay.
Pese a las reticencias de Francia y otros países de la UE,
la presión crece a ambos lados del Atlántico con el objetivo de ratificar el
acuerdo, en un contexto de incertidumbre comercial mundial por los aranceles de
Donald Trump. Mientras, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva,
expresó el 5 de junio a su par francés, Emmanuel Macron, su determinación a
firmarlo antes de finales de año, durante su presidencia pro témpore del
Mercosur.
Por su parte, Dinamarca, que asume también en julio la del
Consejo de la UE durante seis meses, lleva en su programa «profundizar las
relaciones de la UE con América Latina«, «apoyando la ratificación del acuerdo
Mercosur-UE«, entre otros. Sin embargo, el primer paso, del lado europeo, lo
tiene que dar la Comisión Europea con la presentación del acuerdo cerrado a los
27 países del bloque y al Parlamento Europeo para que den su visto bueno antes
de la firma final.
Resistencia francesa ante la insistencia europea:
El anuncio de esta etapa supone un revés para Francia, que
sigue reclamando revisar la cláusula de salvaguarda incluida en el tratado, al
considerarla insuficiente para proteger su sector agrícola. Mientras que Macron
reclamó semanas atrás un protocolo adicional al acuerdo para incluir estas
medidas, pero el comisario europeo de Agricultura, Christophe Hansen, lo
descartó el martes.
«La Comisión quiere imponer su voluntad», denunció el
miércoles la ministra francesa de Agricultura, Annie Genevard, al recibir en
París a su homólogo polaco, Czesaw Siekierski, que comparte su preocupación. El
acuerdo, que crearía un bloque comercial de más de 700 millones de
consumidores, permitirá a la UE exportar más autos y maquinaria, a cambio de
facilitar la entrada de carne, azúcar, arroz, miel y soja sudamericanos.
«El acuerdo con Mercosur debe ratificarse e implementarse
rápidamente», dijo en mayo Friedrich Merz, canciller de la industrial Alemania.
Finlandia y Suecia también abogaron por implementarlo para aliviar los
aranceles de Trump.
Los ganaderos franceses temen en cambio la competencia de
sus pares del Mercosur en los cortes más lucrativos, como el solomillo de
vacuno, y denuncian que sus normas de producción son menos restrictivas que las
de la UE.
Movimientos parlamentarios:
Para evitar un veto francés, la Comisión podría dividir el
tratado en dos, separando el apartado comercial del resto, lo que simplificaría
su ratificación en Europa: sólo necesitaría el sí de la Eurocámara y del
Consejo de la UE. Francia se proyecta en este último escenario. Sus ministros
de Relaciones Exteriores, de Europa y de Agricultura multiplicaron los
contactos con sus pares para construir una «minoría de bloqueo» en el Consejo
de la UE.
Esta opción necesitaría que al menos cuatro de los 27 países
de la UE se opongan al acuerdo comercial o se abstengan, siempre y cuando el
peso de los partidarios del mismo no alcance el 65% de la población del bloque
europeo. Según Genevard, Hungría, Austria, Irlanda, Países Bajos, Rumanía e
Italia compartiría la «lucha» de Francia. Aunque estos países podrían en teoría
bloquear el acuerdo, la ministra no pudo confirmar si lo harían finalmente.
París no baja los brazos y espera lograr cambios en el
acuerdo incluso durante el proceso de ratificación, al entender que Bruselas no
puede obviar su posición ni la capacidad de movilización del sector agrícola.
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